Novelistas peruanos se reúnen en Madrid con motivo del I Congreso Internacional de Narrativa Peruana.

Entre los días 24 y 27 de mayo tiene lugar en la Casa de América de Madrid, el I Congreso Internacional de Narrativa Peruana, organizado por la embajada del Perú, la asociación cultural La mirada malva y la propia Casa de América.

El congreso, que cuenta con la participación de cerca de cuarenta escritores y estudiosos de la literatura peruana, tuvo su fecha inaugural este martes 24 de la mano del reconocido escritor Mario Vargas Llosa.

Para empezar, Vargas Llosa tuvo unas palabras de agradecimiento para Mª Asunción Ansorena, directora general de la Casa de América, quien este año deja el cargo. "He seguido bastante de cerca las actividades de esta casa desde que empezaron, y puedo decir que no ha tenido hasta ahora una directora tan creativa, tan generosa, tan amiga de los latinoamericanos que se dedican a cualquier actividad cultural".

A continuación, pidió "un pequeño homenaje" para el escritor Jorge Eduardo Benavides, miembro del comité organizador del congreso quien "hace ya varios meses me contó este proyecto, desde luego lo felicité pero secretamente pensé que era una tentativa imposible o muy difícil de realizar. Bueno, se ha realizado, se inaugura, lo que demuestra que Jorge no es sólo el buen escritor que sabemos sino un magnífico organizador".

Tras los elogios, el novelista peruano realizó un extenso discurso en el que señaló que "la perspectiva de la propia situación es importante para un escritor, creo que un escritor lo es verdaderamente cuando consigue romper las barreras que podríamos llamar provincianas".

La literatura, en sus palabras, "está reñida con la visión provinciana, eso no quiere decir que no hay una literatura enormemente prolífica y creativa que parte de lo local, en el Perú tenemos buenos ejemplos de ello".

De ahí en adelante, la ponencia de Vargas Llosa se centró en una comparación de la situación que hoy existe para los jóvenes escritores peruanos y la situación que a él y su generación le tocó vivir. "Dicen que los viejos, y yo me estoy acercando a esa edad, siempre piensan que todo tiempo pasado fue mejor. En lo que se refiere a la vocación literaria y el ejercicio de la literatura, para nosotros los peruanos, todo tiempo pasado fue peor".

Así, el autor de 'La fiesta del chivo' hizo un retrato de la paupérrima escena cultural y literaria de la Lima de los años 50, un ambiente en el que "descubrir la vocación literaria, significaba descubrir un páramo" dado que "los problemas que enfrentaba en los años 50 un peruano que quería escribir, eran de una índole desmoralizadora porque afectaban a la esencia misma de la vocación".

Posteriormente enumeró las preocupaciones, tanto formales como vocacionales que asaltaban a un joven escritor peruano en ese tiempo, las que "seguramente sorprenderían a los jóvenes escritores aquí presentes".  Esas preocupaciones pasaban, según Vargas Llosa, principalmente por decidir si se era "un escritor telúrico o evadido", si la literatura debía ponerse al servicio de intereses sociales, o los resquemores frente al éxito que sentían los jóvenes escritores en esos años. Preocupaciones todas que, siempre según Vargas Llosa, hoy en día ya no atormentan a los escritores.

Para más información sobre el Congreso http://www.casadeamerica.com/index.jsp

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30 de junio de 2005