Círculos del Viento


Mario Meléndez *
(Linares, Chile, 1971)

REVELACIONESEn el lecho vacío de Diostodas las putas son vírgenespor última vezARTE POÉTICAUna vaca pasta en nuestra memoriala sangre escapa de las ubresel paisaje es muerto de un disparoLa vaca insiste con su rutinasu cola espanta el aburrimientoel paisaje resucita en cámara lentaLa vaca abandona el paisajecontinuamos escuchando los mugidosnuestra memoria pasta ahoraen esa inmensa soledadEl paisaje deja nuestra memorialas palabras cambian de nombrenos quedamos llorandosobre la página en blancoLa vaca pasta ahora en el vacíolas palabras están montadas sobre ellael lenguaje se burla de nosotrosLA PORTADORAElla sacó a pasear las palabrasy las palabras mordieron a los niñosy los niños le contaron a sus padresy los padres cargaron sus pistolasy abrieron fuego sobre las palabrasy las palabras gimieron, aullaronlamieron lentamente sus ciegas heridashasta que al fin cayeron de brucessobre la tierra desangradaY vino la muerte entoncesvestida con su mejor atuendoy detúvose en la casa del poetapara llamarlo con gritos desesperadosy abrió la puerta el poetasin sospechar de qué se tratabay vio a la muerte colgada de su sombray sollozando"Acompáñame", le dijo aquélla"porque hoy estamos de duelo""Y quién ha muerto", preguntó el poeta"Pues tú", respondió la muertey le extendió los brazospara darle el pésamePRECAUCIONES DE ÚLTIMA HORADebo cuidarme de los gusanoscuando me entierrenlo más seguroes que hablen mal de míque escupan sobre mis poemasy orinen las flores frescasque adornarán mi tumballegado sea el casoque hasta devoren mis huesosme arranquen los intestinoso en el colmo de la injusticiase roben mi diente de oroy todo esto porque en vidajamás escribí sobre ellosSINFONÍA NEGRAEva colgaba sus muertos de la ventanapara que el aire lamiera los rostrospreñados de cicatricesElla miraba esos rostros y sonreíamientras el viento empujaba sus senoshacia la noche agusanadaUna orgía de aromas sacudía el silenciodonde ella se deseaba a sí mismay entre suspiros y adiosesun grillo ciego desmalezabasus antiguos violinesNadie se acercaba a Evacuando daba de mamar a sus muertosla cólera y el fríose disputaban su adolescenciael orgasmo daba paso al horrorel deseo a la sangrey pequeñas criaturas violentasdespegaban de su vientrepoblando los amaneceresde luto y de pesadillasLuegocuando todo quedaba en calmay las sombras por finregresaban a su origenEva guardaba sus muertosbesándolos en la bocay dormía desnuda sobre elloshasta la próxima luna llenaQUE SALGA EL INDIO ENTRE LAS PIEDRASQue salga el Guayasamín que cada uno tenemosque salga el indio entre las piedras, médula a médulael gran precipicio que somos, la gran llaga ecuatorianay lo que cae del ojo al cielo, y lo que arruga el airey lo que sale de nosotros mismos como una rosa deformey lo que araña más adentro que salgaque salga el trueno, la bocanada, el relámpagola hebra furiosa y tuerta que mira sangrar el almay aquí, en esta jaula ardiente que es América de lutoestán pendientes los nombres de aquellas manos clavadasde aquellos pies desahuciados, de aquellos huesos de humode aquel sueño arrojado al gran ataúd del miedoo simplemente del árbol con sus ramas infinitamente secasPorque no estamos muertos, no estamosy hay uno que ahora brinca por encima de los sablesy hay uno que bebe fuego y lleva alas de cenizay hay uno que agrieta el río con su cráneo universaly hay uno que dice yo, yo soy el indio entre las piedrasy todo el horror humano se me apaga en el cuerpoy tengo lágrimas y penasy el corazón como una luna borrachay el esqueleto dormido, y la mandíbula tiesay a mi oído brama el perro de las noches podridasy a mi boca rueda el beso de la angustia que mataY yo pinto, yo pinto con mi voz y con mis uñas repletasyo pinto con mi oxígeno la cicatriz del vientoraspo la puñalada maldita de los siglosme sumerjo en el ácido mortal de las pupilas andinasdesnudo el recuerdo de la calavera sombríay en mí sobreviven las tripas cortadas de cuajoy cada grito soy yo, cada mejilla nacida del gritocada suspiro fatal y su patria de agujacada mujer, cada hombrecada animal volteado en la vértebra dramáticatodos y cada uno de ellosy en todas partes la vida como un sol amargoy yo, hinchado de colorescierro las alas y duermo sobre la tristezaVINCENT 1993a Vicente HuidobroEl gran poeta de las vanidadesse mira al espejo y diceno hay otro mejor que yono hay otro más hermoso y delicadomás burlón, paradojal e irresistibleY cuando voy por las callesme persiguen y me piden autógrafosse aglutinan en torno mío o se desmayanporque soy más inmortal que las agujasy en mi boca suspiran las estrellasAsí, cada montaña es un pelo en mi orejay cada nube una escalera de emergenciadonde subo y bajo como un magopersiguiendo su conejo sin darle jamás alcanceNo obstante los helicópteros me adoranme adoran también las escolares que diviso de reojome adora el trapecista de un circo desahuciadome adora la azafata de un vuelo imaginariome adoran los enanos, los duendes, los fantasmasy todos gritan "Ahí va Vicente, ahí vacon su cara encerrada en un sombreroahí va, el que se orina en los astrosel que respira copihuesy cambia de color hasta volverse inaguantable"Y yo me río como un Buda chochocuando arrojan flores a mis piesy me lleno de números telefónicosy de mujeres que darían sus propios pechospor rozar mi frente de amante multitudinarioo por mirar mis cabellos salidos de un arcoiris de frutaTengo unos cuantos lunares en francésy un gato que me habla en un idioma póstumoy un perro que me muerde y me lame las antenasy un cilantro preguntando quién soyy yo le digo "No me busquesno hagas caso de la rosa deshojadatú tienes tu propia sabiduríatu propio olortu apellido en la cazuela del domingoy no necesitas ser tan hermosopara que ellos te respetencuando con sólo probartetienes ganado el cieloy un espacio en mi garganta"Ahora me marcho en mi paracaídasme marcho en mi aeronave de plumas anónimasme marcho a pellizcarle las nalgas a un pianoa dormir una siesta en un ataúd de huevoGUACOLDAHembra continental vestida para un viaje sin palabrasla sombra del espejo donde mueren las miradasse parece a titiene las mismas grietas esparcidas en un mar amargola misma historia adolorida en el balcóndonde la raza asomaOye a los jinetes adherirse al gran imán de los recuerdossiente a la manada desgarrar las armaduras de los dioseshuele al primogénito del viento galopar de nochemientras sangran a lo lejos las encíasy la muerte entra en la herida de la muertedeshuesando el bien y el malSube en el latido del cultrúnhasta donde el cóndor sacude su cabellera intratablesu túnica de plumas ancestralessu vuelo matrimonial de alas sonámbulasY bailabaila junto a los hijos que no vendrán a consolartebaila entre los guerreros que degollará el olvidobaila con tu pueblo el rito de la flecha sudorosael rito de la flecha sin piedadel rito de la flecha sin sonrisael rito de la flecha humedecidapor el llanto de las calaveraspor el llanto de los coihues y de los sueños castradosY aún asícuando la sangre mueva los piespara hablar con los espíritusy tú la veas venir hacia tu propia sangrehacia tu propio piehacia tu propio origencuando el musgo tape las sobrasde la gran ira de Araucoy los pájaros queden con la servilleta puestamalhumorados por no haber llegado antescuando los ríos se ahoguen de ardory el queltehue amontone los gestosdel último de los caídosluchalucha para que el pan se desmigue en tu mesalucha para que el maíz recupere su orgullolucha para que la flecha sonría de nuevopara que el ciervo te enseñe a beberpara que el miedo no roa tu almaLucha hasta que el luto anestesie tu edadporque estás destinada a hacerte llagay en ti mamarán las estrellasQUÉ DEBO HACER PARA CANTARQué debo hacer para cantarsi a veces se me pierde el grilloque llevo adentrose me desprende la campanael timbre, el avey sólo me queda el latidode algún jilguero en la memorialuchando por desatar su melodíasobre las alas del abecedarioY cuando encuentro al fin mi flautaen un estanque del tiempose me oscurece la gargantade pensar a quiéna quién, a quiéndirigiré las notasde este arcoiris sin luzde esta ampolleta mal colocaday casi siempre insatisfechaPreferiría escuchar por las tardesa una gaviota sentada en mi cuadernojugando a ser paracaídasen los espacios en blancoo repetir el grito de unos bigotesal ser arrancadosde su lugar de origenPreferiría el sonido de un huevosacando la lengua al aceiteapresurado por entrar a la bocade mil mujeres sin dentaduraEntonces recuerdoque llevo pegada una moscaal tímpano del almaella se reproduce en mis sueñosy no es violínporque en la muerte desafinay se le rompen las cuerdasal detenerse en la sangreUN DÍA VOLVERÉ A TUS OJOSUn día volveré a tus ojosy comenzaré de nuevovolveré con un sonido hueco de metaly sol mojadobuscaré entre los papeles del tiempotu cuerpo verde y tus cabellos de uvate coronaré en silencio con mi bocay con mis manos que no terminanVolveré por ti y por tu sangre estrelladaviendo pasar la tarde como una sombra antiguaalgo se romperá allá arriba y no seremos nosotrosalgo se quemará de pronto con el eco de tus sábanasY volveré más vivo, más puro, más hambrientoy volveré volando y desgarrando plumastodo lo haré por ti, todo en silencioque hasta los gallos prolongarán la nochecuando te vean desnudaSI FUERAS CALVA TAMBIÉN TE AMARÍASi fueras calva también te amaríame volvería loco besando tu cabezatu pequeña luna doradaSi fueras calva, oh si fueras calvate llevaría por el río de la memoriame sentaría junto al fuego de tus ojos rapadosderramaría un cisne en medio de tu frentePero la larga y ciega cabellerael largo aliento de cristalla larga hebra de ceniza y polen que tú erestodo lo que la vida se guarda para sí en tus cabelloslo que la noche te roba en suspirostodo lo que el color del éxtasis te lamecomo en un vuelo relámpagocomo en un sol prolongadocomo en un juego de luces apiladas en tu cuellotodo eso, amor, y más arriba esta olaesta corriente, este aireeste racimo de algas enjuagadas al vientoeste cordón humano amontonado a tiesta marea, este soploeste susurro que me ata hasta las últimas raícesy lo que nace, y lo que acabay lo que cae al gran abismo de tu sangrelo que no ha sido escrito, amor, todo el misterioporque en la sombra de tu peloyo me ahogo para siempreLA PLAYA DE LOS POBRES1Los pobres veranean en un marque sólo ellos conocenAllí instalan sus carpashechas de mimbre y celofány luego bajan a la orillapara ver la llegada de los botescurtidos de adiosesEn la playala miseria se broncea boca abajoel hambre toma sol en una rocalos niños hacen mediaguas en la arenay las muchachas se paseancon sus bikinis pasados de modaEllas tienden sus toallas de papely se recuestan a mirar el reventar de las olasque les recuerda la forma de un pano una cebollaMar adentro nadan los sueñosY ellas ven al vendedor de heladosacariciando sus pechoso a ellas mismas en un viaje hacia la espumadel que regresan con vestidos nuevosy una sonrisa en el alma2Los pobres veranean en un marque sólo ellos conocenY cuando cae la tardey el horizonte se desviste frente a ellosy las gaviotas se desclavan del airepara volver a casay el crepúsculo es una olla comúnllena de peces y coloresellos encienden sus fogatas en la arenay comienzan a cantar y a reíry a respirar la breve historia de sus nombresy beben vino y cervezay se emborrachanabrazados a sus mejores recuerdosMar adentro nadan los sueñosY ellos ven a sus hijos camino de la escuelacargando libros y zapatos y jugueteso a ellos mismos regresando del trabajocon los bolsillos hinchadosy con un beso pintado en el almaY mientras ellos sueñanel hambre apaga sus fogatasy se echa a correr desnuda por la playacon los huesos llenos de lágrimasLA INVITACIÓNMis funerales serán mañanano te los pierdastrae a los niños si quiereshabrá números para todos los gustoshabrá mimos y magos y payasosy una cantantecomo nunca has escuchadoVendrá gente de todas partesa celebrar este díaLos estudiantes llegaráncon sus globos azuleslos pobladores alzarán sus banderasa un lado de mi tumbalas hojas bailaránal compás del vientoque también estará presenteen este sencillo homenajey una mujer desnudacomo nunca has visto antesentrará en mi ataúdy lo sellará por dentroQué más te puedo contarLos vendedores gritarán sus ofertasapostados en las crucesy ofrecerán retratos míosque no me favoreceny también mis originalesque no son originalessino copias que algún vivoimitó con cuidado para enriquecerseTe pido no compres nadamás bien disfruta el momentoporque a las quince en puntoun coro de grillosdará inicio a la fiestaEntoncesse apagará el cielo de golpecuando las nubes lo cubranen señal de respetoy las palomas dibujen mi nombreen pleno vueloy las abejas llenen de miellos recuerdos y las lágrimasY hacia el final del díacuando todos estén cansadosy borrachosun niño que no sabe leerpedirá la palabray dirá el más bello discursoque jamás has escuchadoYa sabesno faltes a esta citano hagas que me levantede mi tumbapara tirarte las orejaso que esconda para siemprelas llaves del cementerioy no tengas a quienllevarle flores ME SOBRA UN MUERTOa Pablo de RokhaMe sobra un muertome sobrame sobra un muerto y no soy yoquién esy viene de la levadura y de los precipiciosme sobra un muertoun muerto martillándome la pielme sobra un muerto y no soy yoporque estoy vivo y lo presientolo respiroy cae de la manga de otro muertoy cae y cruza mi camisay da la vueltay sigue y sigue en mi esqueletoun muertoun muerto en mi esqueletoinstalado de por vidaun muerto me sobra y no soy yoy llora y grita y ríe con su carcajada demoniacaun muertoun muerto sagradoun muerto en el gemido del espantoun muerto derramado en mi garganta y en mi sedcon su ceniza de elefanteen el vinagreen el aliño de los añosun muerto arañando los cristalesentre tábanosy hormigasy gusanos hambrientosdefecando un muerto sus palabraso en la suma de las voluntades o en ningunao en la roca de las rocastrapicado el invencibleel muerto agujereado por los otrosinmutable en el zarpazoen la estocada del olvidome sobrame sobra un muerto y no soy yoporque patea y raspaengulle con su dentadura cavernariahasta rozar por fin la sal del universoSANGRE EN EL EXILIOCuando llegó el invierno a Chilemiles de pájaros volaron con la primera lluviaestaban asustados entre la sombra y la muertey prefirieron emigrar con sus vidas hacia otras vidasTomaron el primer avión, desesperadosse arrojaron a los muelles persiguiendo barcoscruzaron las montañas huyendo de las lanzasy dejaron atrás la patria y a los herederos del hambreAlgunos no despegaron jamásles arrancaron las alas en el intento y la luchadesaparecieron con nombre y apellidobajo los árboles de hierrolos encerraron en jaulas por especiesy cuando años después los encontrarontenían la caricia del cuervo entre sus plumasLos otros, los perseguidoslos pájaros del pueblo que lograron atravesar la muertedebieron acostumbrarse a volar de otra maneraa sentir de otra manera, a respirar de otra maneraLa tierra ajena los había recibidola tierra amiga los invitaba a su mesaa compartir el pan y sus doloresMuchos incluso en la agoníasoñaron con ver la patria por última vezpero la patria también agonizabahabía querido volar con sus alas rotasME HE DECIDIDO A VIVIRMe he decidido a viviry creo afirmar que mis latidosse convencieron de elloHe tenido ofrecimientos sincerospara cohabitarla extremidad de una telarañao para servir como testigode matrimonio forzadoEs máshe sido amante de la nochecon sólo cantos y bostezos repetidosNo me gustan los avionesporque menosprecian a las avesTampoco soy creyente incondicionalde las pasas en las empanadasde las secretarias con dos idiomaso de la crema humectantecomo único remedio para las arrugasMe he decidido a viviry creo afirmar que mi narizse ha convencido de elloEscojo la corbataque hace juego con el mundoelijo los zapatosque le vienen a mi sombray a mis sueños gastadosNo miento al decir que lavodetalladamente la fruta que ingieropor temor a la hepatitislo mismo hago con los espárragosy las botellasMe encanta encadenarmea los parquímetrosy anclar en una esquinay detenerla con la frentey avanzar por el cementoentre ruedas venenosasluego frenartenderme en línea rectaen perspectivaen ángulos de piedra y de maderaEscupo el largo y viejo ceremonialde los santossobre sus fieles devotossobre sus libros desahuciadosY a cada cual lo suyoa cada camisa su cuelloa cada pierna de mujery a cada cadera su vestidoa cada misa su vinoy su pan de miga inconclusaNada escribo sobre los ascensoresEs de mala educación eructaral desayuno o en la cena?Me he decidido a viviry creo afirmar que mi poesíase ha convencido de elloMe he decidido a vivira la manera de los gorrionesy de las aves sencillasa la manera de una lluviaque me hace estornudara la manera de entenderlo poco que entiendoVUELO SUBTERRÁNEOSoy el objeto que soyy a veces también soy otro y estoy lejossentado en agua y tierray en el eco de las lenguas ardientesY duermo, sí, duermo la colosal aventurade la palabra humana acuchillada y ebriasangrante en el recuerdo de los muertosque parecieran venir de adentroy sollozaran al verme escribir sus nombresY ahora, cuando sale de mi bocaesa tonada de lluvia y sol mojadome recuesto por todas partes y respiro cicatricesy recojo las migajas que le sobran a mi almay tengo fríoy me despierto en medio de las rosassin entender quien vive o ama todavíaPor eso es que mi ombligo no tiene edady sigo esperando el día de los besos perdidosaún cuando mis uñas no tienen ganasy mi cabeza está más triste y oscura que nuncaaún cuando mis sueños son anónimosy mis huesos ya no encuentranel murmullo de los siglosY vuelvo a deletrear cenizasy vuelvo a perseguir mi sombray a este árbol que agoniza entre mis dedoslo enterraré conmigoy volaremos en espiralcomo los dientes de algún resortey moriremos juntos, sin ataúdcomo las cuerdas de una guitarra olvidaday moriremos por siempre y será un premioun premio a nuestros pies y a nuestra médulaun premio a nuestra antología de vidrioY lloraremos gusanos y lloraremos ratasy lloraremos hormigas sin fecha y gatos de lutoy lloraremos sonrisas en los ojos ajenosy negros bosquesdonde una flor se arrancará los cabellosPorque este cielo aún no me conoceaún no oye el acorde que llevo en los sesosno me conoce, y soy el objeto que soyy a veces también soy otro y estoy lejosy me extiendo por muros y callesy pueblo estrellasy dejo la luna en la mesa, sin avisary me emborracho a la salud de nadiey me despierto en medio de las crucescon una vigilia de arañay con un beso dedicado a cada muertoy a cada muerto un abrazo y un latido de tumbay a cada muerto un suspiroun trozo de mi antiguo corazónque se derrama como un río de gemidosCONFESIONESNo estoy, no soy, no pertenezcovago de lado a lado como un gran gusano negroMi corazón tiene sus propios piojosmi historia es un collage de perros viejosque no ladran por temor a desaparecerMi infancia me persigue con un cuchillome persigue con un palo sin golpearmeme persigue con retratos y con floresque se pegan a mi sombra sofocándolaSerá que todavía piensoque los árboles crecen de nocheque la pluma canta más que el mismo pájaroy que el pájaro mataría por ser plumaSerá que en mí la vida se deshuesa como un sapocomo un sapo pero no saltase arrastraaúlla como un quiltro desgarradomientras la muerte le lame las axilasy las ánimas rasuran el umbral del miedoLa muerte me persigue con su carretilla al hombrose desviste lentamente para que yo la veay me saluda de vez en cuandodando gritos de vieja ardienteLa muerte tiene cuerda para ratoy yo que conozco sus trucosyo que conozco su vozyo que le sé hasta el ladridoyo que me parezco a ellacomo un mellizo fiel y resignadoyo soy la muerte tambiény desde ahora soy eternoINVENTARIO NOCTURNOPara qué comprar libros de versossi tengo la poesía en mi casaEs una navidad de palabras no regaladas aúnun verdadero cumpleaños sin velas y sin tortasin invitados a la mesaYo soy el festejadoel importante todos los días del añoDesde mi catre cuelgan apellidossociedades que la tierra inauguray me entrega a pedazosreligiones como serpentinasabrazos fermentados o encubiertosComo accionista mayoritario de la poesíadesayuno, almuerzo y cenoen cada página que escribome bajo los pantalones si deseo entre oda y odame tiro el pelo resucitándomeesperando que las ideas reboten en las ventanasy se amontonen en mi cuerpoRespiro poemas por las orejasmi sudor es poesía cuando abro las piernascuando orino y mojo mis zapatos, cuando estornudoLas sillas hicieron mi antologíalas toallas encuadernaron mi obralas hormigas tradujeron a su lengualo que salía de mi bocalas arañas enredaron papel y plumael suelo se preocupó de autografiar cada manchacada punta de ojo derramada y vivaMañana preguntaré mi nombre en las ciudadesen los muelles, en las poblacionesmañana recorreré mercadosy edificios a medio terminarmañana me sentaré a la mesa con todos los verbosy con un libro de versos recién compradoPORQUE EN MI CASA OCURRE DE TODOAquí se baila al ritmo de las estufasse canta como los grillos más desesperadosse aprende a desnudar al vientoque nunca nos muestra su traseroy en noches de luna llena jugamos a ser felicesmidiéndonos los colmillosPorque en mi casa ocurre de todoy los pocos ratones que existenestán condenados a seguirnos la corrienteunos vestidos de superhéroesotros haciendo gárgarascon los bigotes de un gato muertoY así como las ampolletas aportan lo suyolas sábanas también observanmás allá de sus naricesy ven miles de piojos sentados en el patioy pulgas tomando solentre las patas de una gallinay caracoles reunidos en una gota de champagnecuando la tarde estira sus piernaspor encima de los vivosPero nos faltan aún las bisagrasy algunas flores que no han sido entrevistadasy están las escaleras y el baúl de los recuerdosy aquella hormiga pacifistacon sus dotes de gran oradoraY no se asusten si a ratos quedamos a oscurasson los zancudos que apagan la luzy vuelan con su coreografía hacia otra partePorque en mi casa ocurre de todoy todos tienen derecho a voz y votodesde el baño a la cocinadesde mi cama al hueco dejado por las arañasantes de hacer sus maletasTodos sonríen de alguna maneray se conforman con lo poco y nada que poseenPorque en definitiva aquí pueden estar tranquilosy saben que es peligroso cambiar de domiciliocuando han logrado el respeto de este pobre poetaque bien los tiene en su Santo Reino



*Mario Meléndez, Linares, Chile, 1971. Estudió Periodismo en la Universidad La República de Santiago. Entre sus libros figuran: Autocultura y juicio (con prólogo del Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa), Apuntes para una leyenda y Vuelo subterráneo. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitado a numerosos encuentros literarios entre los que destacan el Primer y Segundo Encuentro de Escritores Latinoamericanos, organizado por la Sociedad de Escritores de Chile (Sech), Santiago, 2001 y 2002, y el Primer Encuentro Internacional de Amnistía y Solidaridad con el Pueblo, Roma, Italia, 2003, donde es nombrado miembro de honor de la Academia de la Cultura Europea. A comienzos del 2005, es publicado en las revistas Other Voices Poetry y Literati Magazine. Durante el mismo año obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, rumano, persa y catalán. Actualmente trabaja en el proyecto Fiestas del Libro Itinerante.

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15 de diciembre de 2006

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