Luis Reynaldo Pérez



            Luis Reynaldo Pérez
   (Santo Domingo, República Dominicana, 1980)

Poeta, narrador, editor, gestor cultural y antologador. Edita la revista online Luna Insomne. Fue miembro fundador y coordinador del Taller Literario Litervolución (2010-2011). Miembro del Taller de Narradores de Santo Domingo, del colectivo multidisciplinar Coleactivo y miembro fundador y coordinador editorial de El Arañazo, Colectivo Literario. Con su libro Temblor de lunas, ganó el Premio Único del I Concurso Nacional de Haiku.

 


 



ESCRITO HACE TRES MINUTOS

 

A veces sucede que tengo ganas de morder el horizonte

 

como un perro hambriento de cielo

y me conformo apenas

con ver desde estas cuatro paredes

sin tiempo

la esquinita de mar que se cuela por la ventana

y en la que se mira el cielo

como una muchacha vanidosa

que se alista para salir de fiesta con los soles.

 

 

 

 

POESTAR

 

soñé que era un poestar

un rockstar de la poesía

y que las grupies me enseñaban las tetas

y los muchachos vestían camisetas con mi rostro

moviendo la cabeza

drogados con las palabras que salen de mi boca como cucarachas

se meten por sus oídos

volviéndolos

mecánicos zombie borregos

poestar

llenando teatros estadios discotecas

las luces brillando sobre el escenario

y yo allí sintiéndome Bono o Dylan

cegado por el flash de los paparazzi

alabado por peluqueros

ministros

putas

colmaderos

taxistas

diputados

plataneros

homosexuales

tecatos

megadivas

los versos retumbando en las bocinas de los colmadones

los versos regándose como una humareda sobre santo domingo

los versos ardiendo en café atlántico, en las kermeses, en la Guácara Taína

los versos rodando en la boca de los buhoneros de la duarteconparís

los versos inundando las avenidas llenas de hoyos y basura

mi nombre en grandes letras de neón sobre la azotea de Plaza Central

despierto

y sólo soy un montón de huesos

que escribe poesía

 

que gasta la vida

entre carros de concho y esquinas llenas de desperdicios

entre vendedores ambulantes y árboles antiguos heridos por historias de amor

entre sueños que corren hacia la oficina y este cielo áspero que cubre la ciudad

albañil que construye casas de palabras

en las que se esconde

de un sombrío futuro

en el que los poestars dominan al mundo

y la poesía yace muerta sobre las paredes de los museos.

 

 

 

 

PUNTO FINAL

 

La sangre como un torrente de luz

recorre los túneles que reptan bajo mi piel

y se apila en mis ojos plagados de asfalto

 

sale a recorrer certera

pasea sigilosa los muros de las ciudades

y se pinta en los rostros de los transeúntes

 

regresa la sangre a mí

como una canción desplumada por el viento

recorre mis dedos

se vierte quieta sobre el teclado

caracteres dibujados en una pantalla luminosa

 

la sangre se va haciendo poema

y yo

casi dormido

coloco el punto final