Lucía Donadío

Nació en Cúcuta. Antropóloga de la Universidad de Los Andes, estudió un diplomado en Literatura del Siglo XX en la Universidad Eafit y participó en el Taller de Escritores que dirige Mario Escobar Velásquez en la Universidad de Antioquia. Se ha desempeñado como docente e investigadora etnohistórica y social. Dirige el Grupo Literario Letras de la Universidad Eafit y el Taller Literario para Adultos Mayores de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín. Es codirectora de la revista Odrade, el cuento. Actualmente es la directora de la editorial Sílaba editores. Sus cuentos y poemas han aparecido en diversas publicaciones, entre las que se destacan los libros ArcaVoces y Ojo de Agua (Grupo Literario Letras), y la revista Odradek, el cuento.  Ha publicado el libro de poesía Sol de estremadelio en Hombre Nuevo editores, en 2005 y Alfabeto de infancia en Sílaba editores, 2009. 
En 2012 publicó el libro de cuentos  Cambio de puesto, como parte de la Colección El solar de la Universidad del Valle. 
 


 

Selección del libro

Sol de estremadelio

Hombre Nuevo Editores, Medellín, 2005

 

Olvido  y  Memoria              

Un día descubres una astromelia,
exploras sus desorbitados pétalos,
indagas el tallo de su olor,
sabes que como toda flor se agota
en su agonía quieta de florero,
lloras el lento esfumarse 
del rosado de su entraña,
convocas un concierto de manos
para atajar los pétalos que caen,
trazas el néctar de su estambre
sobre el blanco cielo de los sueños,
siembras astromelias al borde
de la noche para acallar
el sépalo de una ausencia,
y en el tembloroso 
estigma del recuerdo,
cantas himnos rosados
que derrotan el olvido.
 

 

Tiempo
 
Voy a merced del tiempo
y su implacable señuelo
sobre el patio, 
hojas desbandadas
de sus tallos,
pétalos hiriendo
con su humilde destierro
las voces de la tarde,
los últimos latidos de luz
golpeando como un látigo
mis pupilas hundidas, 
mientras el velo 
de la noche va
deslizándose
hasta abarcarlo
todo.
 
Ausencia

 ¿ De que está hecha la Ausencia?

 

De buscarte en la extensa

cumbre de las noches e

inventarte en los

aleros del día,

alquimia de infancia

arrollada al

borde de la

Espera.

 
 

La tarde

 

Te regalo la tarde de ayer 
con su cintura ancha de fuente,
y esa soledad de las nubes lamiendo
la cúpula azul en su derroche de alegría,
y también la tarde de hoy que desfila ante
mis ojos como un campo azul para la sed del tiempo, 
y te regalo también la tarde de mañana
que vendrá con su paso misterioso.

 

   

Mi  padre

 

Mi padre

lleva siempre

su vestido de joven soñador,

su rostro de extranjero

abrió mis ojos a esa

cuota permanente de nostalgia

que lame mi piel,

su voz buscando en dos

idiomas las fronteras

de un mundo que siempre

quiso abarcar,

sus ojos embebidos en

las vetas de un madero

buscan un puerto de luz

para la incertidumbre,

sus sueños de edificios

bullían en su cuerpo

clamando tierra

en el oleaje del tiempo,

sus manos ancladas

a la vida son

un surco

de sol

para

mis noches.