Frank Báez


            Frank Báez (República Dominicana, 1978)


Poeta y escritor. Ha publicado los libros: Jarrón y otros poemas (2004); Págales tú a los psicoanalistas (2007), con el que obtuvo el Premio Internacional de Cuento Joven de la Feria Internacional del libro; Postales (2008), que obtuvo el Premio Nacional de poesía Salomé Ureña de la República Dominicana;  En Rosario no se baila cumbia (2011) y en Granada no duerme nadie (2013). Es editor de la revista Global y coeditor de la revista de poesía Ping Pong: www.revistapingpong.org

Junto a Homero Pumarol fundó y conforma el colectivo de spoken word El Hombrecito, que ha editado dos discos y un DVD: www.elhombrecito.com   En septiembre Jalai Books  publicará una antología personal de su poesía traducida al inglés titulada Last night I  dreamt I was a DJ. Su página es: www.frankbaez.com 


 

 

LAS CENIZAS DE ROBERTO BOLAÑO

 

1

 

Roberto Bolaño es la nube con forma de poeta, es el humo que se alza de las chimeneas, es la nieve que cae fuera de las heladerías, en las terrazas y los cafés parisinos.

Roberto Bolaño es la niebla que empaña los cristales, es el estruendo de los vagones que retumban en alguna parte, la imagen que nadie divisa desde los espejos retrovisores, es una sombra que se pasea por Chernobyl, el mes de octubre, el periódico que arrastra la brisa por un callejón, las estrellas que se ven desde la azotea.

Roberto Bolaño en un pozo, en el ladrido de un perro, en un bosque que se va incendiando y consumiéndose a sí mismo bajo el firmamento ceniciento.

Roberto Bolaño dentro de las palabras que van saliendo de este poema, en el  cenicero de un bar, en una camisa y unos pantalones tendidos de un cordel de un vecindario de Montevideo, en la ola que rompe, en la música que entra por nuestros pulmones y sale para entrar en los pulmones de los demás; es las luces de Los Angeles vistas desde un avión,  es el caño de agua interminable, es una paloma que caga sobre una estatua, es la hoja seca que cae de los árboles rojos y que el viento arrastra con otras más y es el alba difusa entre los rascacielos, el smog del D.F. y las luces encendidas de un apartamento donde un hombre golpea a una mujer, la sangre y el agua que corre por los desagües, la eternidad de la luz en el polvo, la luz del sol que te busca por calles y calles y todas las calles del planeta y de repente te toca el hombro y tú te volteas un segundo y lo sientes.

 

2

 

Ayer escuché las campanas de una iglesia polaca

y pensé que repicaban por Roberto Bolaño.

Pensé en Homero sentado

bajo un árbol del infierno con cuervos en las ramas

escuchando los poetas que trae Caronte

desde el otro lado de la orilla

y pensé en todos los poetas

que he leído pululando en el infierno

y entré a la iglesia y recé un padrenuestro

por los poetas y por los poetas sin talento

convencido de que Homero se levantó

y le estrechó la mano a Roberto Bolaño

cuando Caronte lo depositó en la orilla

y lo dejó en el infierno extenso

y ardiente como un caldero y éste

asombrado se rascó la cabeza y avanzó.

 


 

BACHATA METAL


La leyenda dice que el bachatero en pleno concierto 

gritó que tocaba la guitarra mejor que Dios

y señaló arriba a las nubes y el público se puso histérico

y aplaudió y aplaudió y entonces el bachatero siguió tocando

mientras el cielo se ponía negro como la tinta 

y el bachatero se movía en la tarima con su guitarra que se la había bendecido 

un brujo de Bonao y el público gozaba y aplaudía 

y tarareaba las canciones hasta que desde el cielo rodó un rayo 

que le dio de lleno al bachatero y a su guitarra y los prendió 

como un arbolito de navidad.


Y así, hijos míos, fue que se inventó

la Bachata Metal.

 

                (de Postales, 2008)