Nestor E. Rodríguez



            Néstor E. Rodríguez
(República Dominicana, 1971)

Estudió en las universidades de Puerto Rico (Río Piedras) y Emory (Atlanta, EUA), donde se doctoró en literatura latinoamericana. 

Es autor de Animal pedestre (Puerto Rico: Terranova, 2004) y El desasido (México: El Billar de Lucrecia, 2009). Enseña en el Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Toronto (Canadá). Editó la revista cultural electrónica El Mono Adivino.

 


 

 

 

 

CÓMO SE COME UNA OSTRA

 

La escena que te atraviesa,

esa mandorla que recorre

lujuriosa tu carne

ligeramente azulada

por los fuegos de artificio,

dimensiona el asomo

de una cercanía,

el contorno que va

del acaso a lo posible

y de lo posible a las vetas

de una continuidad.

Lo que se escapa de ti,

lo que se desborda

en tenue cauce

por el ocre verdoso

de tu curiosidad,

no calla ni vaticina,

es sólo un estar ahí,

suspendido e ignoto,

asordinando el fragor

de remotas mareas.

 

 

 

LA CARCAJADA

 

Adviene con la levedad

de un gesto escapado

la brizna de una memoria,

un segundo asido

a la material banalidad

de este momento

en que te miro

desgarrar el silencio

con cuatro palabras furtivas

y una carcajada.

Algo se cuela por el ojal,

un elemento conocido

y otra vez distinto

que fulgura

tornasolando la máquina

de tu proximidad,

visos, tal vez,

de lo que más adentro,

lejos de esta página desapacible,

nos aguarda para pertenecer.

 

 

 

EXTREMO CERO

 

Por el modo en que se orientan

los grafemas puedo avizorar la caída.

La disposición es única,

hileras de marcas

se van distribuyendo

hasta formar un nítido

epitelio de formas breves.

Más tarde aguarda el sedimento,

la convergencia azarosa

que acompaña el sabor

del trazo ya perdido,

esa minusvalía.

 

            a León Félix Batista, que lo sabe.

 

                (de El desasido, 2009)

 

  

 

EL SERVIDOR DE MISTERIOS

 

Al atrapar un gorrión hallé mi propio peso,

la rotundidad de mi peso

engulléndome en una espiral de asombro.

 

 

 

BIG BANG

 

La puerta apenas descubierta,

el secreto botón que alambicaba filamentos

a despecho de plexos y dendritas.

El azul tenaz es mi recuerdo más urgente,

la marca de tu supremacía

en el segundo en que se dispararon los astros.

 

                (de Limo, inédito)