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Giovanny Gómez


Giovanny Gómez
(Bogotá, Colombia, 1979). Fundador y director de la Revista de Poesía Luna de Locos y el Festival Internacional de Poesía de Pereira en Colombia. Su libro Casa de Humo recibió el Premio Nacional de Poesía María Mercedes Carranza en el 2006 y el Premio Letras del Mundo 2012 de la Editorial mexicana Ediciones Sin Nombre. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, italiano y portugués. Ha participado en congresos y festivales literarios en Canadá, Francia, España, México, Costa Rica, Venezuela, Chile, Argentina, República Dominicana, Grecia y Colombia. Es tallerista del Ministerio de Cultura como promotor cultural en la Cámara de Comercio de Pereira. Con su segundo libro Lo Invisible, resultó ganador de la convocatoria en Poesía de la Colección Escritores Pereiranos.

 

  Selección de Emilio Coco

 

LOS SUEÑOS

 

Los sueños vienen a decir que estamos lejos

Lejos es la ciudad de donde partimos

Lejos es el lugar al que venimos

Lejos llega cada uno de nosotros

Quien nos recoge en sus brazos

respira la distancia

la ausencia de sombra entre los pasos

Los sueños vienen a decir que somos lejos

 

 

 

 

TUS PALABRAS DE NUEVO

 

El techo de madera se vuelve pesado

con el sonido de la lluvia

la alfombra robustece de un color oscuro

el agua rebosa los ángulos de las rejas

las goteras desbordan sobre paredes frías

Todos vuelven a su soledad

la vida que es se va

como esos trazos que dibujamos

en los vidrios húmedos de la ventana

 

 

 

 

SECRETO

 

Una luz grande en este cuarto

un gesto en el aire

un tropiezo sin sentido

sueñan todavía recuperar sus brazos que escapan

intentan ser ese paso por alcanzarlos

 

 

 

 

SIN LLAMAR A NADIE

 

Tantos rostros que te han mirado

y no quieren decir tu nombre

Ya los imaginas evitando la mirada antes que su indiferencia

como diciéndole Hola a la nada de su adentro

Nuevamente se perdió la ocasión de decirles algo

y tantas palabras de más

se acumulan sin llamar a nadie

Una sombra cierta agota el fulgor de tu pasado

 

 

 

 

LO INVISIBLE

 

Y sus palabras se deshicieron como papel mojado

en el charco de los días

Cuando alguien las mira bajo la quebrada luz del agua

su indiferencia también vuelve

en el rostro viejo de nuestros cuerpos

 

 

 

 

QUEMADO POR EL SOL

 

Las hojas nuevas del guayabo son más grandes

y la lluvia que lo alimenta no se detiene en la tierra

Puertas abiertas por toda la casa tienen tiempo de esperar

tú preguntas quién se va ahora mismo

si la sombra de nosotros lo puede llevar

Aprietas con tus manos las cortinas

y no las puedes cerrar

 

 

 

 

NUESTRO NOMBRE

 

Cada noticia de mi vida

un lápiz con la punta rota escribiendo a nadie

Sueño entrar por una puerta y que pudiera encontrarla

y otra vez su recuerdo se exaspera conmigo…

No es la única noche que me quedo dormido

diciendo a mi oscuridad

también estas cosas 

Hablo de resistir los vientos

las soledades

 

 

 

 

SOMETIME

 

Busqué palabras que hablaran de su rostro

pero no sé decirle a mis manos vacías

¿por qué el recuerdo finge saber una voz?

pero deja su mirada lejos

No la deja venir

 

 

 

 

LOS VIENTOS DEL REGRESO

 

Olvidado del sur

del norte y las estrellas

tu recuerdo viaja

sin preguntar los vientos del regreso

Al responder un nombre

me muerdo la boca a escondidas

ignorante de que eran labios

también los crepúsculos

No puede la noche

–sin mirarse en la luna– 

aliviar estos mares 

como si fueran penas

 

 

 

 

SOLICITUD

 

Y cada ola levanta su rostro

buscando el Sol

una estrella cesante

se repite en la deformidad  de las aguas

En su simpleza hay un deseo

por la multitud de luces que se reflejan en las cosas

Quién puede cumplir una promesa?

de los recuerdos apenas decimos su pasado

 

 

 

 

ARENAS TAL VEZ

 

Para Diana, mi amor

 

Sumergidos nuestros pies

queriendo que un cuerpo pegado al otro

fuera mejor que una rémora en la piel de un tiburón

pensaba para mí si luego de las olas

pudiéramos llegar caminando hasta la otra orilla

Mis pisadas sólo trastabillaban ante constelaciones de erizos como soles negros

entre algas que regresaban a mi piel como cabellos verdes desprendidos de la misma serpiente

Un cuerpo torpe entre el mar un alma más torpe ante la vida

allí donde la luz del sol reflejaba el azul oscuro de la marejada

Dónde soñar con esta noche

con las boronas de pan serpenteando entre las bocas de los peces?

Tú y yo nos besábamos a tientas de saber que lo duradero

aprieta con su lengua de sal los hierros en el viento

empaña los vidrios que nos ocultan

y nos va desmoronando

 

San Andrés Islas, septiembre de 2013

 

 

 

 

QUE ME CUIDE DE LOS SUEÑOS     

 

Soñaste que estaba triste y buscaba tu mano

para que me llevaras a la casa porque el ánimo de ocultarme

era hasta de mí mismo

En tu sueño los nombres propios son sólo apariencias

pero algunas veces dormidos nuestros hijos lloran

y no sabemos si es por miedo o por nosotros

Apenas conscientes del dolor que habita en sus sueños

quisiéramos calmarlos hablando cerca de sus oídos

alguna vez nos escuchan y somos la orilla cierta

que les espera al regreso en este mundo

otras veces necesitan que los toquemos para que el viaje se detenga

Vuelve a soñar

recuerda que más allá de esta vida

aprieto tu cuerpo fuerte cerca al mío

y  esfuerzo los ojos para despertar

 

 

 

 

UN DÍA LA VIDA

 

Un día la vida se irá por estas calles

no le importará que nuestro paso se detenga para que caminen otros

y que muchas veces las palabras serán silencio

de alguien que nos escucha

No descolgar las ropas

para entender que debemos irnos

dejarlas donde están

sin nosotros

porque ya nos hemos ido

vivir sin oírnos tropezar en nuestras cosas

 

Carrera 9 entre calles 13 y 14 de Pereira, años atrás