Martha Rivera Garrido



            Martha Rivera Garrido
(Santo Domingo, República Dominicana, 1960)

Poeta, escritora y articulista de opinión, destacada en el denominado grupo "Generación de los 80s". Entre sus poemarios destacan: XX Century aún sin título en español y otros poemas (Editora Armario Urbano, Santo Domingo, 1985), Transparencias de mi espejo (Santo Domingo, 1985) y Geometría del Vértigo (Santo Domingo, 1995). En 1997 ganó el Premio Internacional de Novela Casa de Teatro, con su opera prima He olvidado tu nombre. Sus poemas aparecen en numerosas antologías y libros de texto y de crítica dominicanas y extranjeras. Ha sido traducida al inglés, italiano, portugués, francés y alemán. Ha ofrecido charlas en universidades e instituciones literarias y académicas alrededor del mundo.

 



POEMA Y

 

Amo tus manos y la forma en que las usas

No son invasivas ni se imponen

Van como recorriendo pequeños senderos

Buscando sus fronteras

 

Amo tus ojos cuando estás dentro de mí

Porque tienen la profundidad de las noches que me faltas

Y porque me llenan las ausencias de una obscura luz impenitente

 

Amo tu risa, cuando está muy cerca de mi cara

Y tu aliento y tu pecho, donde mejor he florecido

 

Amo la curva de tu hombro

Donde ahuecas algo parecido a un ala

Para que yo recueste el asombro y las torpezas

 

Amo tu olor que me persigue jazzeando

Como un cuento de Cortázar

Las variaciones de tu voz alimentándome el silencio

 

Amo tu sexo tibio y redundante en mis abismos

Su sabor, mezcla de pez y de miel y de relámpago

 

Y me amo a mí misma enredada a tu lengua milagrosa

En tu boca, donde quiero morir asesinada.

 

 

 

 

POEMA E

 

Viernes y mayo en este planeta de mi piel

En los arrecifes tibios que me van descifrando

 

La ciudad existe solamente

En las tímidas luces de mi vientre mordido

Por cangrejos azules y tormentas

 

Tántrica lluevo desde adentro

Soy mi propio aguacero, soy chubasco

Llovizna de leche templándome

Las sienes y los párpados

 

Dibujando el placer en la boca de fuego de sus mantras

Esta muerte me encuentra pariéndome a mí misma

Naciéndome yo misma por mi sexo

 

Acercando los labios al contorno de rosas

Que esconde mis dos pechos

Beso desde tu boca mis pezones

Y te aprieto en mis piernas para darme en el grito

 

De las celliscas y el viento de mi cuerpo

De la pulsión y el veneno con que sangro

Me resguarda solamente la oración de tu carne

El astil caliente desde donde me enhiesto

 



NO TE ENAMORES

 

No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe…

No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca.

No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma.

No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.

No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y sienta un inmenso horror por las injusticias. Una a la que le gusten los juegos de fútbol y de pelota y no le guste para nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo.

No te enamores de una mujer intensa, lúdica y lúcida e irreverente.

No quieras enamorarte de una mujer así.

Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, JAMAS se regresa.